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Las 5 mejores cosas que se pueden ver en Nápoles

Si  tienes intención de zarpar de crucero y recorrer el Mediterráneo, el itinerario puede llevarte a visitar el corazón de la ciudad de Nápoles. ¿Qué hacer, qué ver primero y cómo orientarte para ver los lugares y monumentos de visita obligada?

En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber para, durante una visita a Italia, aproveches al máximo esta escala. A continuación te presentamos las 5 cosas que no deberías perderte de Nápoles.

Contenido:

Contextualización histórica

1.- Visita a la antigua ciudad de Pompeya

2.- Museo Nacional de Arqueología (Museo Archeologico di Napoli)

3.- Palacio Real de Nápoles (Palazzo Reale di Napoli)

4.- Capilla Real de San Gennaro (La Cattedrale di San Gennaro)

5.- Calle de los Artesanos (Via San Gregorio Armeno)

.- Contextualización histórica

Capital de la región de Campania, Nápoles es la tercera ciudad más densamente poblada de Italia. Originalmente llamada Parténope, su historia comenzó en el siglo VI a.C., cuando los colonos griegos de la isla de Rodas fundaron la colonia en honor a la sirena de Parténopa, que se suicidó por amor a Ulises y cuyo cuerpo fue arrojado al mar. En el siglo VIII, otros colonos de la isla de Eubea fundaron, en este lugar, una nueva ciudad a la que llamaron Neopolis.

A medida que fue creciendo, se convirtió en uno de los principales centros comerciales, culturales y filosóficos de Grecia y del Imperio Romano. Después de haber pertenecido durante un breve período al Imperio Bizantino, fue autónoma dentro del Ducado de Nápoles. A partir del siglo XIII, durante más de 600 años, la ciudad de Nápoles continuó siendo la capital del Reino de Nápoles y luego del Reino de las Dos Sicilias. En 1.860 se anexionó al Reino de Italia.

En la actualidad, Nápoles es famosa y mundialmente conocida tanto por su historia como por su increíble arquitectura (el Barroco Napolitano, la Escuela Pausilippe), su gastronomía, su arte, su música clásica, sus instituciones educativas, su patrimonio y sus monumentos. Esta ciudad mediterránea brilla también gracias a numerosas bellezas naturales que, sin duda, te cautivarán. Sin embargo, Nápoles es una ciudad en perpetua contradicción entre su belleza y su aspecto descuidado y entre el amor y el odio. Con esta ambigüedad, por supuesto, merece la pena una visita.

1.- Visita a la antigua ciudad de Pompeya

Uno de los motivos por los que Pompeya también es conocida en todo el mundo se debe, desgraciadamente, a tristes acontecimientos. Cuando la ciudad estaba en la cúspide de su riqueza, esplendor y prosperidad, fue brutalmente enterrada como consecuencia de la erupción del Vesubio en el año 79 d.C. Desde entonces, la ciudad cayó en el olvido hasta su redescubrimiento en el siglo XVI.

Las ruinas de la ciudad de Pompeya son muy extensas y, hoy en día, se pueden visitar numerosos edificios: el templo, la basílica, el foro, los baños termales, las casas antiguas,… Si vas a Pompeya, no olvides pasar por el Lupanar, un antiguo burdel donde se pueden ver rudimentarios lechos de piedra y frescos con sugestivas pinturas eróticas.

Por supuesto, una de las partes más sorprendentes y aterradoras de la visita son las estatuas de ceniza en las que la erupción volcánica inmortalizó a algunos ciudadanos. La velocidad de su muerte fue tal que, en sus rostros, podrás verás el sentimiento de pánico que sintieron en el momento de su muerte. Pompeya es, por lo tanto, un destino esencial durante un recorrido por Nápoles. Te aconsejaremos que vayas en una excursión organizada.

La ciudad se encuentra a 40 km de Nápoles, por lo que viajar en transporte público cuando no se conoce la ciudad puede resultar bastante complicado y arriesgado. En cualquier caso, si quieres ir por tu cuenta, recuerda consultar los medios de transporte y calcular cuidadosamente el tiempo que te llevará el viaje.

Si sientes curiosidad por Pompeya y sus alrededores, también puedes decantarte por ir a Ercolano, ciudad parecida a Pompeya que, a pocas horas de distancia, resultó menos afectada por la erupción del Vesubio. La ciudad fue enterrada bajo 16 metros de ceniza y barro y, a pesar de toda esta capa de residuos, algunas casas permanecieron intactas. Tendrás ocasión de apreciar la decoración interior con los muebles de madera y mármol.

2.- Museo Nacional de Arqueología (Museo Archeologico di Napoli)

Para los amantes de la historia, el arte, la arquitectura o la cultura en general, el Museo Nacional de Arqueología de Nápoles es una parada esencial durante su viaje. Este extraordinario lugar contiene todas las bellezas del pasado histórico de Nápoles. Con las colecciones de esculturas, mosaicos y frescos, de Pompeya y Ercolano, aquí encontrarás las más bellas obras de arte expuestas al público. Desde pinturas que representan escenas de batallas hasta la caza de gatos monteses a magníficos mosaicos, te sorprenderá el encanto arqueológico de estos tesoros napolitanos. También podrás admirar estatuas grecorromanas de la colección Farnesio, algunas de las cuales fueron encontradas en el antiguo Balneario de Caracalla, en Roma.

A modo anecdótico, deberías saber que el Museo Arqueológico de Nápoles también posee una sala especial repleta de obras eróticas con imágenes bastante explícitas. Estas obras se agrupan en una sala separada llamada Gabinete Secreto. Un pequeño detalle, durante determinados períodos el Museo Arqueológico es gratuito, concretamente, todos los primeros domingos de mes, de octubre a marzo, y una semana al año, coincidiendo con la Semana de los Museos. Para una visita (muy) global a este museo se requiere, aproximadamente, dos horas.

Si estás interesado en el arte en general, también puedes visitar el Museo de Arte Contemporáneo o el Museo Capodimonte, que abarca un período histórico desde el siglo XIV hasta nuestros días y está considerado uno de los mayores museos de Italia.

3.- Palacio Real de Nápoles (Palazzo Reale di Napoli)

En esta ciudad con de tesoros en cada esquina, hay lugares que, a veces, son olvidados o subestimados por los turistas. Este es el caso, por ejemplo, del Palacio Real de Nápoles, construido durante el reinado español por el arquitecto Domenico Fontana en nombre del Conde de Lemos, en aquella época Virrey de Nápoles. El palacio se convirtió en la residencia de los virreyes españoles, después de los austríacos y, posteriormente, fue la residencia de los soberanos de la Casa Borbón.

Enriquecido año tras año por diversos arquitectos influenciados por las tendencias artísticas de su tiempo, el Palacio Real de Nápoles resultó dañado por un incendio en 1.837. Posteriormente, durante la Segunda Guerra Mundial, los bombardeos y diversas ocupaciones militares causaron graves daños al palacio. En la actualidad, el Palacio está reconstruido y se puede visitar todos los días desde las 9:00 a las 20:00 horas.

Joya de la cultura napolitana que ha sobrevivido a través de los siglos, el Palacio Real de Nápoles es un lugar para contemplar, admirar y descubrir. Desde las distintas áreas interiores del palacio, que alberga la Biblioteca Nacional de la ciudad, hasta su patio y jardines, pasando por su gran escalera de mármol de Carrara y sus esculturas neoclásicas del siglo XIX, la visita te sorprenderá. También lo harán el teatro, con sus paneles dorados e increíbles murales, los apartamentos reales y los de la reina, con techos impresionantes, y el emblemático Salón del Trono.

Si eres un apasionado de los edificios históricos antiguos no deberías dejar pasar la oportunidad de acercarte al Castel dell’Ovo (Castillo del Huevo), el Teatro San Carlo, que es la Ópera de Nápoles, o al Maschio Angioino o Castel Nuovo, un antiguo castillo medieval y símbolo de la ciudad de Nápoles.

4.- Capilla Real de San Gennaro (La Cattedrale di San Gennaro)

« La Cattedrale di San Gennaro » toma su nombre del santo patrón de Nápoles, San Gennaro, que murió decapitado durante las grandes persecuciones ordenadas durante el reinado del emperador Diocleciano. Después de su muerte, su sangre fue recogida por uno de sus familiares y almacenada en dos ampollas. Un hecho milagroso, que incluso la Iglesia reconoce, es que la sangre de San Gennaro se habría licuado por primera vez en 1.389, cuando el cuerpo del Santo fue trasladado a las catacumbas de Capodimonte.

La entrada a la Capilla impresiona por su monumental puerta de bronce y oro, diseñada por Cosimo Fanzago en 1.630, y por la serie de frescos que decoran los contornos y techos de la Capilla que, de estilo barroco, fueron realizados en el periodo de 1.631 y 1.643 por Domenichino y Gionanni Lanfranco. En este lugar podrás apreciar el alto nivel técnico del arte de la pintura y la elegante ejecución de los artistas. En esta capilla todo sorprende e impresiona.

Si estás interesado en visitar iglesias, resulta interesante la Basílica Dell’Incornonata del Buon Consiglio, donde se encuentran las catacumbas y la tumba de San Gennaro, o la Basílica de San Paolo Maggiore y la Basílica de San Lorenzo.

5.- Calle de los Artesanos (Via San Gregorio Armeno)

Vía San Gregorio Armeno es una calle muy antigua que data de la época romana. En esta calle se encontraba un templo en honor a la diosa Ceres que, en la actualidad, es la sede de la Iglesia de San Gregorio Armeno. Nudo urbano, corazón histórico de Nápoles y principal punto de encuentro, la Vía Gregorio Armeno, un conecta las principales arterias de la ciudad napolitana.

A lo largo de los siglos, esta calle ha logrado mantener un extraordinario y perpetuo nivel de vitalidad. Antiguamente era el lugar en el que vivían y creaban pintores, escultores, cinceladores, doradores y otros artesanos que supieron perpetuar la tradición artesanal italiana e hicieron famosas las iglesias y los palacios de la región. Vía Gregorio Armeno, hoy en día es el punto de referencia de la artesanía de pesebres navideños.

En esta calle repleta de vida y colores, en la encrucijada entre el pasado y el presente, sentirás todo el peso de los años que han marcado la ciudad. Un lugar que no deberías olvidar visitar, no te llevará mucho tiempo.

En línea con este tipo de visita está el barrio “chic” de la ciudad, Posillipo, que ofrece una magnífica vista del Golfo de Nápoles. Gracias a Napoli Sotteranea, podrás recorrer la ciudad a través de los accesos subterráneos y túneles que se construyeron durante el período de la antigua Grecia. Otro lugar destacado es el barrio Spagnoli, con multitud de pequeñas calles y formando parte del centro en el corazón histórico de la ciudad de Nápoles. Si dispones de tiempo acércate a la parada de metro de Toledo, merece la pena.

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